La Organización Mundial de la Salud acaba de publicar varios consejos sobre el uso de mascarillas de tela durante la pandemia de COVID-19, en los que, entre otras cosas, no desaconsejó -en contra del criterio de algunos Gobiernos europeos- la utilización de mascarillas de tela, siempre y cuando tengan tres capas y no posean válvulas, ya que anulan la filtración y por ello «son inservibles para el control».
La mascarilla debe garantizar al menos un 70% de filtración de pequeñas gotas y conservar sus propiedades durante al menos cinco lavados. Recuerda que es importante que se adapte perfectamente al óvalo de la cara para evitar que el aire se introduzca por esos huecos: debe cubrir nariz, boca y barbilla.
Al contrario que las quirúrgicas, estas mascarillas de tela pueden ser guardadas en bolsas de plástico o cualquier otra funda que debe ser desechada -en el caso del plástico- o desinfectada después de cada uso.
También la mascarilla debe ser desinfectada con agua y jabón a una temperatura de 60 grados. Puedes lavarla a temperatura normal, pero luego hervirla durante un par de minutos.
Las mascarillas médicas están indicadas para colectivos de riesgo: ancianos y personas con enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, diabetes o problemas cardiovasculares… También cuando las circunstancias no permitan mantener la distancia física de seguridad.
MÁS SOBRE: