La maquilladora Gisela Bosque, National Makeup Artist de Sephora explica a la revista Lecturas como parecer más joven usando bien el maquillaje.
En la frente, mejillas, barbilla, contorno de ojos y código de barras, el maquillaje se derrite con más facilidad y además es dónde solemos tener más arrugas que hacen que este se cuartee. Lo mejor es usar uno con efecto hidratante y extenderlo con ayuda de los dedos a través de toquecitos.
Elige un fondo de maquillaje con activos anti edad y procura que sea un tono más claro que tu color de piel, si contiene pigmentos rosados mejor que mejor ya que así aportarás un efecto de frescura a tu rostro.
Extiéndelo siempre con esponjita y con pequeños toques para activar la circulación. Si mojas la esponja en un poquito de tónico conseguirás un extra de hidratación
La esponja es ideal también para extender el colorete, mejor si es líquido, además del iluminador. Conseguirás que queden integrados dentro del resto del maquillaje.
Los brillos no son buenos aliados de las arrugas. Así que a partir de los cincuenta procura usar iluminadores en crema que nutran la piel y le den un aspecto jugoso. Aplícalo en las partes más altas del rostro cómo los pómulos o el arco ciliar, dónde suele haber más arruguitas.
Los polvos traslúcidos única textura en polvo que debes utilizar en tu maquillaje si no quieres añadirte años.
Los mejores son los polvos de acabado, no resecan y te darán un aspecto luminoso.
Aplícalos en la parte superior del puente de la nariz y el centro de la frente y la barbilla. Evitarás así los brillos sin marcar las líneas de expresión.
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