Margarita del Val ha dicho al respecto «El virus se concentra en los aerosoles. Uno exhala estos aerosoles cuando habla, muchos más cuando se ríe y, por supuesto, muchísimos más cuando no se tiene la mascarilla puesta; más en un bar que un centro de trabajo y eso está demostrado», a lo que ha añadido «Si ademas te quitas la mascarilla, que eso se hace en los bares y no en los centros de trabajo ni en las aulas de docencia, el riesgo es mayor.»
La científica, especialista en respuesta inmunitaria, ha explicado que hay estudios que demuestran que los sitios cerrados, dónde no se ventila los contagios son mucho más por mucho que se respeten aforos y restricciones.
El riesgo de contagio es nada más y nada menos que diez veces superior en locales cerrados, algo que ha dicho «como mecanismo científico está demostrado».
Los brotes en bares, restaurantes y eventos, suponen una parte importante de los contagios del ámbito social.
Un documento publicado por el Ministerio de Sanidad, recoge el trabajo de un grupo de expertos en aerosoles y en transmisión y prevención de las enfermedades infecciosas, que ha revisado las evidencias científicas y realizado una evaluación del riesgo de la transmisión de SARS-CoV-2 por aerosoles y de la eficacia de las medidas de protección.
El grupo de expertos considera demostrado que SARS-CoV-2 se transmite mediante aerosoles que contienen virus viables generados por la persona infectada, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados.
Esto sucede porque al hablar a pleno pulmón se lanzan 50 veces más partículas cargadas de virus que cuando estamos en silencio.
Estos aerosoles, si no se diluyen con ventilación, se concentran con el paso del tiempo, aumentando el riesgo de contagio.
Margarita del Val plantea una solución bastante sencilla, hacer todo al aire libre, en terrazas o si estamos en lugares cerrados controlar la ventilación en cada bar y restaurante con un medidor de CO2 y controlar que la concentración esté por debajo de aquella que concentra el virus.
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