Del Val no tiene ninguna duda, empezamos el 2021 con lo que para ella es la cuarta ola de la pandemia, no la tercera.
Los contagios y hospitalizaciones siguen subiendo aunque, sin embargo, afirma que la llegada de la vacuna supone el principio del fin.
El ministerio de Sanidad sigue insistiendo en que es necesario que todos sigamos extremando y cumpliendo con las medidas pautadas de prevención de contagios. Este es un tuit compartido en el día de hoy en las redes sociales del ministerio dirigido aún por Salvador Illa.
Hasta que una proporción importante de la población esté vacunada es vital que todas las personas, tanto las vacunadas como las no vacunadas, sigan manteniendo las medidas de prevención:
😷+👐🧼+📏+espacios ventilados#QuédateEnCasa si 🤒 https://t.co/ZYimYV9dNQ #YoMeVacuno
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) January 14, 2021
Las vacunas de Pfizer y Moderna “son seguras y eficaces, lo que permite decir que a muchos meses vista esto irá remitiendo”, afirma del Val.
En declaraciones a Nius Diario la científica explicaba que «ambas vacunas son muy eficaces a corto plazo y las dos son muy parecidas en cuanto a su diseño y resultados.»
Se basan en el ARN mensajero, la molécula que da instrucciones a las células para que fabriquen la proteína S del coronavirus y se genere una respuesta inmunitaria.
Las dos vacunas tienen un perfil muy alto de seguridad porque cómo urgía su desarrollo se reclutaron entre cinco y diez veces más de voluntarios que en el caso de otras vacunas.
Son seguras y no tienen ningún efecto grave, según los resultados observados en los más de 20.000 y 15.000 voluntarios vacunados por Pfizer y Moderna, respectivamente.
Ambas vacunas constan de dos dosis porque así se entrena el sistema inmunitario.
La primera dosis alerta a nuestros linfocitos, las células del sistema inmunitario,, y la segunda les proporciona una memoria inmunitaria más potente y duradera. Si queremos entrenar bien al sistema inmunitario, hay que ponerse las dos.
A este respecto la inmunóloga explicaba, “Porque se había investigado previamente. La investigación no se improvisa. Con un virus como el SARS-1, cuya epidemia se contuvo con medidas de cuarentena drásticas en China en 2003, se siguió trabajando, es decir, se continuó investigando cómo hacer vacunas para algo que no existía. Gracias a ello, nada más empezar la pandemia sabíamos que se trataba de un coronavirus y conocíamos su secuencia. Y sabíamos también que había que usar la proteína S en la vacuna contra él. “
Margarita del Val afirma que no nos podemos relajar y que deberemos seguir con las medidas de protección durante meses.
“Creo que la llegada del buen tiempo coincidirá con un avance suficiente de las campañas de vacunación y la existencia de más información sobre si las vacunas protegen de la infección y por tanto impiden que las personas vacunadas sean contagiosas”.