«Empiezo el año bastante agobiado. La madre de mi novia se ha venido a vivir a casa y mi confianza con ella es cero», explica este hombre, pidiendo consejos a nuestra especialista para no acabar teniendo problemas con su propia pareja.
Y no es una ni son dos, ¡son hasta tres las posibilidades que escuchamos! Adaptarte a la nueva circunstancia, enfrentarte al conflicto o abandonar temporalmente el escenario. ¿Te convence alguna de ellas?
Si te planteas esta pregunta en una situación como la de Manuel, deséchalo inmediatamente: «Es la casa de ambos; solo tienes que elegir tus palabras y las emociones con las que lo dices», expresa Susana en referencia a la segunda posibilidad.