Este verano ya triunfaba la manicura francesa arco iris, que ahora con el frío se transforma en monocolor. El borde de la uña se colorea de azul con una linea muy estrecha y la uña va pintada en una base similar al color natural de la uña, creando un diseño muy poco recargado.
Otras manicuras apuestan por un trazo más grueso ,con una sencilla capa de top coat para que el esmalte azul resulte más llamativo. Lo importante es dar con el tono de azul que mejor encaje contigo.
Pintar una semicircunferencia en el nacimiento de la uña permite hacer creaciones muy sencillas, incluso podemos remarcar la línea paralela a la cutícula con un sencillo punteado.
Otra opción que cada vez tiene más seguidoras es esmaltar cada uña con un azul distinto, sin olvidarnos de los diseños más elaborados, para los que ya necesitarás ponerte en manos de profesionales. Desde la manicura stamp, hecha con sellos, hasta los diseños florales pintados pétalo a pétalo con pincel o los trazados geométricos, eso sí, siempre en azul.
Y recuerda que en esto de las manicuras como en otras muchas cosas, menos es más, lo importante es hacer trazos limpios y no combinar más de tres colores.
Por otra parte, las uñas cortas siguen siendo tendencia, siendo la forma que más éxito tiene la cuadrada, aunque también triunfan las curvadas al ser la forma natural más sencilla.
Además del azul, ese otoño se llevan los diseños geométricos sencillos, los detalles en blanco, puntos en negro y purpurina.
MÁS SOBRE: