Te damos algunos consejos para quitar las manchas más difíciles de tu ropa y que queden cómo nuevas.
Por muy buena que sea tu lavadora no es mágica así que mucho mejor si localizas antes de meter la ropa las manchas rebeldes y las frotas con jabón o un producto específico, eso si en prendas delicadas (piel, seda, lana y lino), usa sólo detergente no quitamanchas. Y mejor si pones un poco de detergente en puños y cuellos de las camisas.
Hay diferentes quitamanchas, no los mezcles para evitar reacciones adversas, lo mejor es que los apliques con un paño sobre la mancha y siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Los que tienen oxígeno activo potencian la acción del detergente y son ideales para manchas de fruta, vino y café y para la grasa los hay desengrasantes muy eficaces para aceite, grasa e incluso maquillaje.
Es importante también elegir el programa adecuado en la lavadora, para ello debes mirar la etiqueta de la prenda. Intenta clasificarla en blanca y de color y separa las prendas delicadas de aquellas muy sucias. Lo ideal es poner la lavadora a temperatura baja (30 grados) y con detergente líquido, en polvo se disuelve peor en agua fría.
En la ropa blanca resulta muy costoso eliminar las manchas y además suele amarillear con el paso del tiempo.Para evitarlo utiliza un detergente con oxígeno activo que te ayudará a que la ropa recupere su blancura original.
Si tienes una prenda con una mancha muy persistente ponla a remojo una hora en agua con tres cucharadas de bicarbonato por litro, luego lávala cómo siempre.
Para manchas muy resistentes el limón funciona bien, rocia la mancha con un poco de zumo y tiéndela al sol.
En la ropa de color, además de acabar con la mancha debemos no dañar el color, para ello pon la lavadora con prendas de colores similares, no la laves en agua caliente o perderá el color y lava la ropa del revés para proteger el color.
En cuanto a los tejidos delicados, a veces no es posible añadir quitamanchas porque estos terminan dañándolos.
Son las más difíciles de quitar, es importante tratar de eliminarlas lo antes posible.
Para las de aceite va bien cubrirlas con polvos de talco o sal y dejar actuar, luego frota con jabón lavavajillas y lávala cómo siempre.
Usa agua oxigenada con agua para manchas de vino y utiliza una mezcla de leche y sal para las de fruta, impregna la mancha déjala secar y luego lava cómo habitualmente.
El limón es eficaz para las manchas de chocolate y una mezcla de alcohol, vinagre y agua te quitará las manchas de café.
Para las manchas de césped bastará con que las empapes con vinagre blanco antes de meter la prenda en la lavadora. Si aun así no desaparecen las manchas, frótalas con alcohol y vuelve a lavar.
Y si se te ha pegado chicle en alguna prenda métela en el congelador o frota con un cubito de hielo para que se endurezca y quietarlo con un cuchillo o ponle encima papel de horno y pasa la plancha caliente, el chicle se pegará al papel.
Son de las más difíciles de quitar, las de boli o rotulador suelen salir dejándolas en remojo con leche toda la noche.
Las de boli puedes rociarlas por derecho y revés con laca, déjalas secar y luego frota con agua y detergente.
Si te falla todo esto prueba con un algodón mojado en alcohol.
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