Isidro Montalvo va a llamar a un hombre para mostrarle su malestar, después de que los pintores acudieran a su casa y nadie les abriese la puerta.
El humorista va a dejarle las cosas claras a este atrevido empeñado en creer que se había equivocado de teléfono. Sin embargo, Isidro supuestamente le ha reconocido la voz y hasta va a llamarle mentiroso.
Con el siguiente hombre, va a tener que llamar a unos cuantos departamentos que le ayuden a aclarar la situación.
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Y no, ya no se llaman Técnica o Atención al cliente; ahora se trata del Departamento de la Brocha, el Departamento de los Rodillos o directamente el Departamento de los Pintores que se quedaron sin poder entrar en su domicilio. Lo raro es que el atrevido se lo estuviese tomando en serio…
