Saray Esteso ha acercado una serie de explicaciones científicas muy interesantes sobre el hecho de teletrabajar y no cambiarse de ropa:
Se trata de una de las prácticas más comunes en todos aquellos que, desde el pasado marzo de 2020, han cambiado la habitual oficina o redacción por el salón de su casa. Los primeros días respetábamos el cambio de uniforme, aunque ya ha pasado un año y muchos acuden diariamente al pijama.
Los expertos han dado hasta cuatro motivos para que abandonemos esta práctica; el primero de ellos es que de otra manera, no somos tan capaces de delimitar las horas de jornada laboral y las de ocio.
Además, resaltan que mejora la concentración y nos prepara psicológicamente para el trabajo, así como reduces las posibilidades de que otro conviviente te moleste y ayudas a tener una mentalidad más enfocada a tu oficio, consiguiendo asemejar lo máximo posible tu zona al lugar de trabajo en el que antes estabas acostumbrado.
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