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Los bulos más habituales relacionados con la dieta

Te contamos las mentiras más extendidas en la sociedad sobre la alimentación

Hoy en día, internet está lleno de recomendaciones para perder peso y sobre informaciones como empezar una dieta. Estos consejos no siempre están avaladas por especialistas en nutrición y puede traer graves consecuencias.

Y es que la salud nutricional tiene que estar en manos de profesionales del sector, sino, puede suponer graves riesgos para la salud. La salud no debe someterse a modas y hay que llevar a cabo buenos hábitos y saber detectar los bulos en cuanto a la alimentación.

Te dejamos algunos de los más frecuentes que nos han ido recopilando y nos han hecho creer. Desmontamos aquellos que hemos encontrado.

Las mentiras sobre la dieta

Si quieres perder peso y te sometes a una dieta, es un proceso más complejo del que piensas o del que te han vendido. «el proceso de ganancia y pérdida de peso es mucho más complejo que el simple hecho de consumir un determinado alimento a una determinada hora», afirman los expertos del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas (CONDINMA).

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Por ello, todos los alimentos aportan en mayor o menos medida «sin importar la hora del día a la que se consuman». Por lo tanto, el primer mito que desmontamos es el de la fruta engorda si se consume por la noche. Esta se compone sobre todo de agua con un 80-90% y una gran cantidad de fibra. Consumir varias piezas de fruta al día es una de las prácticas más recomendadas gracias a su importante aporte de energía.

Seguro que has escuchado alguna vez que una dieta sin gluten es más sana. Es mentira. El gluten es una proteína que se encuentra en cereales como el trigo, cebada y centeno y es importante aclarar que no es perjudicial para personas que lo puedan tolerar. «Si deben evitarlo las personas celiacas, así como aquellas a las que les produzca malestar tras su ingesta», matizan los expertos.

Otro de los mitos más extendidos en nuestra sociedad es el dicho de ‘Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo’. Esta frase no es cierta, pues no importa tanto el momento del día en que se consumen los alimentos, «sino la cantidad total consumida a lo largo del día».

La mentira de si para adelgazar hay que dejar de comer pan es obvia, pues «El proceso de ganancia o pérdida de peso lo constituyen una serie de hábitos de vida como son la alimentación, la actividad física, el estrés, la genética, etc». Esto quiere decir que un único alimento no tiene la capacidad de engordar o adelgazar.