Daba igual que hubiese hablado con Mari Ángeles, Angelines o Cristina; los oyentes no quieren saber del tema y van a colgarle a las primeras de cambio. Solo una mujer va a aceptar hablar con el párroco hasta darse cuenta que Isidro no sabía ni al pueblo al que llamaba.
Todavía seguimos tratando de descifrar el nombre que ha dicho: ¿Trepar? ¿Tresparsz? ¿Tres Pars? Sea como sea, la atrevida no va a tardar en despachar al Padre Montalvo, no sin antes convencerle con el plato de albóndigas que andaba cocinando.
MÁS SOBRE: