Las redes sociales se han convertido, de manera natural y casi sin darnos cuenta, en un escaparate para mostrar ciertas facetas de nuestras vidas. ¡Lo que nos gustan unos buenos selfies!
Lo que empezó como un mundo paralelo ya está sumergido en la propia realidad. Los ‘me gusta’ son una parte fundamental de este nuevo mundo y todos buscan la mejor manera de conseguirlos. Depende mucho de la red social que se utilice que triunfe un contenido u otro. Sin embargo, en todas las redes se parte de los mismos patrones.
Hay que considerar numerosos factores a la hora de saber cuál es el mejor selfie que podemos hacernos para publicarlo. El tipo de perfil que protagonizamos en la red es fundamental para enfocar la percepción que los demás tienen de nosotros. Hay un gran abismo entre la imagen y la percepción, sobre todo si nos referimos al mundo virtual. Según un estudio de la Universidad Estatal de Washington, las personas que suben selfies muy a menudo a las redes sociales suelen ser vistas como sujetos menos agradables, menos exitosos… No todos nos ven como nosotros nos vemos en el espejo o en la cámara.
Es por eso que vamos a contarte algunos sencillos trucos para lograr que deslumbres a tus seguidores con las mejores instantáneas. Además, te vamos a descubrir cinco poses en concreto con las que arrasarás.
No hay una única norma para determinar la manera correcta de tomarnos una fotografía. Pero es cierto que hay muchos consejos sobre los que debes tomar nota, si es que no los has puesto en práctica ya…
El primero de todo es que debes escoger una habitación o lugar con abundante luz. Esto es lo más importante para que la fotografía salga lo mejor posible. La luz aporta calidez y los selfies salen de maravilla si nos ponemos de cara a ella. Lo mejor es utilizar luz natural, pero si estás en casa y apenas hay sol, intenta buscar una luz blanca.
Otro truco es conseguir un buen enfoque. Lo mejor es que te coloques tú solo frente al centro de la cámara. Si es una foto en grupo busca también que el centro esté ocupado al completo. No es recomendable que haya mucho aire, -espacio por arriba o los lados de las fotografías-. Tienes que captarla lo más centrada posible.
Esto te puede llevar a cometer otro fallo bastante común. ¡Qué no se te vea la mano! Inevitablemente el brazo se ve al estar sujetando el teléfono o la cámara, pero a algunas personas se les cuela parte de la mano porque la colocan en el ángulo de la captura. ¡Esto queda fatal!
Muchas influencers usan este truco para evitar fallos como estos. Y es que los selfies no dan mucho margen de espacio ya que el ángulo es reducido. Por eso, busca el marco de una ventana donde haya buena luz y activa el temporizador. ¡Pueden quedar fotos espectaculares!
El último consejo para mejorar la calidad de tus selfies es tener en cuenta la parte de edición. No vale con capturar y publicar. Es importante cuidar cada detalle al máximo. No es necesario utilizar un filtro que nos cambie hasta el tono del moreno, pero sí que es recomendable retocar los niveles de luz. En la mayoría de los teléfonos hay ajustes de edición. Subir los “claros”, reducir los “oscuros», aumentar la luz o disminuir la intensidad… es clave jugar con los tonos de luz para dar con el efecto que más te favorezca en cada foto.
Nadie quiere parecer alguien que no es en las fotografías, pero todos queremos salir lo más favorecidos posibles. En Instagram hay cientos de ejemplos de influencers que se dedican a crear contenido basado en selfies y fotografías a sí mismas. Hemos observado a aquellas que tienen más éxito y te contamos los 5 mejores selfies que puedes hacerte.
Lo más importante de una foto es que ésta llame la atención. Dependiendo del tipo de seguidores que tengas les gustará más o menos un tipo de fotografía en concreto. Pero si hay algo que nunca falla es mezclar tu cara con la naturaleza. Los selfies, como hemos comentado, hay que cuidarlos y jugar con las perspectivas manteniendo siempre el centro. Tendrás éxito asegurado si te haces una foto con el mayor ángulo que te permitan tus brazos y de fondo un bonito paisaje, calle, edificio… Es tan simple como sonreír y dejar que el encuadre haga su trabajo.
Otros tipo de selfies que llaman mucho la atención son los que están protagonizados por una persona y algún objeto personal. Ya presumiendo de café, mostrando el collar, con tu mascota e, incluso, una pieza de fruta. Los selfies de este tipo ganan mucho a la gente porque muestran naturalidad. Eso sí, aquí el gesto de la cara es importante: son más divertidos aquellos en los que apareces con un rostro desenfadado. Son muy famosos los típicos “morritos”. Hay fotos a las que, simplemente por esa mueca, los «me gusta» han llegado solos.
Este tipo de fotos son perfectas para jugar con otros gestos infantiles como “sacar la lengua”. Aunque un dato importante es que siempre deben hacerse con el teléfono o cámara en vertical. El efecto que hace que una foto valga o no es justamente ese. Y mejor que sigas la instrucción a rajatabla.
Qué vivan los buenos momentos y las risas. Porque la diversión y la amistad forman el combo perfecto de un buen día. Es por eso que las fotografías que derrochan estas sensaciones tienen su triunfo asegurado. Si quieres arrasar en redes deja a un lado tu pose favorita y vete a pasar un rato con tus amigos. Coge el móvil y lánzate a tomar selfies. Recuerda el detalle del plano centrado, y para estos tipos de fotos es importante que el dispositivo esté en horizontal. Es la única regla ya que sonreír, poner muecas y no posar forman parte de la esencia.
Para triunfar en el mundo de la fotografía y las redes sociales hay que recordar siempre todos los trucos y descubrir cuál es la técnica que mejor nos plasma sobre la foto. En todos los tipos del selfies entran en juego los factores que hemos mencionado de la luz y el encuadre, entre otros, pero en esta cuarta opción juegan un papel especial.
Estos selfies tienen su esencia en la naturalidad del rostro. En mostrar la cara de quien posa de cerca sin llegar a ser un primer plano. Una vez más, la posición de las manos es fundamental. La idea es conseguir un selfie cercano por lo que, con el móvil en vertical, hay que estirar el brazo a una distancia que no se llegue a ver que estamos estirándolo.
Para estos selfies lo bonito es jugar con la posición de la cabeza. Si giras ligeramente la cabeza hacia arriba y hacia un lado debes inclinar el brazo también, ligeramente, para que se note el movimiento. ¡Así queda!
Otra opción es usar la misma técnica, pero de frente.
Estas dos hermanas, Noelia y Silvia, se dedican a subir contenido a Instagram y nos han dejado el ejemplo perfecto de cómo la posición de los brazos correcta y una iluminación adecuada son imprescindibles para conseguir un buen selfie.
Siguiendo las mismas indicaciones de luz y posición del dispositivo. Uno de los selfies que más ‘me gustas’ reciben son aquellos en los que se posa con una mano en la cara. Es un equilibrio entre lo natural y lo posado. Sigue siendo natural porque la luz hace su efecto pero jugar con una mano en tu cabeza, moflete o boca, puede causar una sensación de lo más interesante. Seguimos con la cámara en vertical y, para estos selfies, lo mejor es permanecer con una ligera sonrisa -tipo Mona Lisa-.
Esta modalidad de fotos son un éxito asegurado ¡arrasas, fijo!. La influencer Paula Gonu sabe de lo que hablamos.
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