Se acerca la Navidad y, con ella, vuelve la ilusión y las ganas de reunirnos con los nuestros. Además, a esta época cargada de comidas y cenas, le acompaña otro plan navideño: los Belenes. En nuestro país hay infinidad de belenes originales que visitar.
El Belén se suma a los gigantescos árboles de Navidad que se instalan en todos los rincones. Otra de las costumbres es colocar gran cantidad de alumbrado que decore las calles de los municipios. Pero, sin lugar a duda, la tradición más clásica inherente de esta bonita fiesta es la de los belenes.
Hay muchas personas que desconocen el origen de esta tradición cristiana que decora cada Navidad las casas. Hace ocho siglos fue cuando se produjo por primera vez la representación del nacimiento de Jesús. Este histórico hecho tuvo lugar en la Nochebuena de 1223, día en el que San Francisco de Asís decidió reproducir esta escena en una cueva cercana a la ermita de Greccio en Italia.
Dicha idea la llevaba fraguando tiempo, y no dudó en viajar a a Roma a visitar al Papa Honorio III para contarle sus pensamientos acerca de la representación cristiana de la Navidad. Este aprobó la que más tarde sería una regla definida cuando llega diciembre a nuestras vidas. El primer Belén se celebró en la misa nocturna propia del 24 de diciembre y contaba tan solo con un buey y una mula para representar simbólicamente el nacimiento de Jesús, con un pesebre en el que apareció un bebé dormido que pudo coger entre sus brazos el padre Francisco.
A partir de este momento, la instalación del Belén se llevaba a cabo en iglesias durante estas fechas con figuras de terracota, cera o madera en vez de con seres vivos.
Este elemento de predicación lo empezaron a usar los frailes franciscanos y el montaje de los belenes se consolidó por la península itálica hacia el resto de Europa. A partir del siglo XV, se comenzó a adoptar la costumbre de «poner el Belén». En 1465, se fundó la primera fábrica dedicada a piezas de Belén en París. A España llegó en 1471 con la creación del primer taller belenista en Alcorcón.
La consolidación de esta práctica en España se fue llevando a cabo gracias a la primera actuación de Carlos III, rey de España en el siglo XVIII. Este monarca promovió la difusión de los belenes entre la aristocracia española, convirtiéndose más adelante en una práctica popular del país.
A medida que han ido pasando los años, esta práctica se ha ido amoldando a los tiempos venideros y sobre todo, se han ido incorporando nuevas personalidades a la escena: los Reyes Magos, ángeles, pastores y la estrella de Belén. Dependiendo de los personajes empleados, pueden ser tradicionales o vivientes. De estos, hay un escaparate de nacimientos repartidos por España y aquí te dejamos los más originales e impresionantes para que puedas visitarlos.
La playa de Las Canteras de Las Palmas lleva dando la bienvenida a la Navidad dieciséis años con su belén hecho de arena. Regala todo un universo lleno de escenas del nacimiento con esculturas modeladas con 2000 toneladas de arena y agua. Estas figuras de tamaño colosal destacan también por la minuciosidad en los detalles. El horario de visitas es de 10:00 a 22:00 horas todos los días de la semana, excepto los días 24 y 31 de diciembre y el 5 de enero, días en los que las puertas a este mundo arenoso se cierran a las 20:00.
Este nacimiento es colocado cada año por valientes con nervios de acero al lado del tanque de tiburones del Zoo Aquarium de Madrid. De hecho, los que se encargan son buceadores profesionales que comparten baño junto a cinco tiburones grises, un tiburón toro, dos escualos de puntas negras, un tiburón nodriza, y un tiburón alfombra. El Belén está compuesto por María José y El Niño, además de las figuras de los Reyes Magos.
En esta localidad se instalan hasta nueve belenes con material reciclado. Se usan palés de madera para armar la estructura del portal. El resto de materiales que se suelen emplear son los que sirven como aislantes, neumáticos y cualquiera que sea válido para dar vida a estos conjuntos artísticos repartidos por toda la localidad salmantina.
Desde el año 2000, en el kilómetro 19 de Carretera Lucena-Rute en Córdoba se levanta el nacimiento de chocolate más grande del mundo. Con una extensión de más de 56 metros cuadrados y con más de 1450 kilogramos de cacao se lleva a cabo su fabricación.
Los maestros pasteleros de la empresa Galleros Artesanos diseñan cada una de las figuras de este Belén, añadiendo detalles como azúcar o mazapán. Cada año recibe miles de personas que no pasan inadvertidas al ver este espectáculo tan dulce.
Este nacimiento está hecho por artesanos que realizan los ninots en las Hogueras de San Juan. Se compone de las figuras Jesús, María y José. Este último mide más de 19 metros de altura. El belén alicantino ha entrado a formar parte del libro Guinness de los Récords al desbancar a uno de Monterrey (México).
La representación en vivo del Belén en Arcos de la Frontera es considerado uno de los eventos Fiesta de Interés Turístico en Andalucía. Las escenas se reparte por las calles de la localidad gaditana recreando el Portal, La visitación, una panadería y diferentes escenas del Nacimiento.
En esta localidad de Badajoz, hay un gigantesco Belén compuesto por 15000 piezas. Lleva montándose desde el 2011 y ninguna de sus figuras supera los 21 centímetros. Cada año representa escenas bíblicas que cautivan a sus visitantes. Es todo un montaje lleno de detalles que recrean lo que sucedía en aquellos tiempos con los principales oficios, las tareas de sus mercaderes y compradores y con diferentes campamentos de entonces.
La magia de la Navidad llega a nuestras vidas con esta lista de estos especiales belenes que se distribuyen por nuestro país.
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