Lavar los productos alimenticios minimiza el riego de gérmenes y con ello además podemos evitar contraer determinadas enfermedades. En el caso de las frutas y verduras hemos de lavarlas correctamente para acabar con los gérmenes, pero manteniendo intactas sus propiedades. Algo que vale también para las congeladas.
Con la llegada de la pandemia mucha gente introdujo entre los métodos para lavarlas el uso de jabón, vinagre, limón, limpiadores comerciales e incluso lejía.
Sin embargo en ambos casos los profesionales de la salud coinciden en que lo mejor para lavarlas es el agua sin más y respecto a los productos que se venden para ello, afirman que no es ni recomendable ni necesario y que incluso su uso podría ser peligroso. Basta con lavarlas con agua antes de consumirlas, frotándolas ligeramente
A la hora de lavar frutas y verduras debes tener en cuenta que no deben lavarse hasta justo antes de consumirlas, hacerlo antes sólo favorece el crecimiento de bacterias.
Antes de lavarlas, lávate las manos bien con agua y jabón y asegúrate de que el fregadero y el resto de utensilios que estés usando, estén bien limpios también. Lo siguiente será cortar y eliminar aquellas zonas que tengan mal aspecto y si la fruta en cuestión es de las que se pela, lávala también para evitar que las bacterias penetren en la pulpa.
En la mayoría de los casos basta con pasarlas suavemente por debajo del grifo pero también puedes utilizar un cepillo suave para frotar. Después seca cada pieza con ayuda de un trapo limpio. En el caso de aquellos alimentos que tengan más capas puedes agitarlos en un recipiente con agua fría para eliminar del todo la suciedad.
En la mayoría de los casos, los nutrientes de frutas y verduras están en la superficie de estas y comerlas, bien lavadas eso si, sin piel asegura la ingesta necesaria de vitaminas, fibra y antioxidantes a nuestra dieta.
Y no olvides que la Agencia de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) recuerda que «en el medio ambiente —suelo, polvo, agua de riego…— puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones pueden contaminar las frutas y verduras». Algo que puedes evitar según los expertos, pasando la fruta y verdura por el agua, con lo que eliminarás gran parte de los pesticidas que se han quedado en la piel de estos alimentos.