Y es que el Covid-19 nos ha provocado no solo daños físicos sino también mentales. La sobreexposición constante a la información sobre la Covid, la falta de libertad por el confinamiento y las sucesivas olas que desde marzo venimos sufriendo han desarrollado en todos nosotros la denominada «fatiga pandémica«, un concepto que la OMS define como desmotivación gradual por cumplir con las medidas sanitarias recomendadas dada la prolongación constante de las restricciones.
La constante preocupación por el presente y la incertidumbre por el futuro que se avecina, sumado al miedo por el contagio o poder perder a un ser querido son algunos de los aspectos que llevan a esta fatiga pandémica que puede resultar siendo peligrosa.
La influencer ha explicado que no se encuentra en un buen momento de su vida: «Nos tenemos que permitir estar tristes. La situación no ayuda, hay algo de libertad que nos han quitado» ha posteado en redes. La mujer de Risto Mejide ha confesado también que ha pasado unas navidades “extrañas” y que no ha tenido ganas de celebración. Por eso, no ha querido compartir instantáneas de esos días con sus seguidores.
Laura Escanes ha recibido multitud de mensajes de apoyo a los que ha respondido con gran agradecimiento y estas palabras: “Cuando pongo algo en lo que se intuye mi rayada nos escandalizamos. No estamos acostumbrados a que se vean los momentos débiles de las personas. Esa es la grandeza de las redes, poder compartir lo buen y lo malo. La realidad es que no estamos 24 horas felices, hay momentos, es la vida”