Las tablas de cocina son un foco de bacterias: así debes lavarla y desinfectarla

Ana Más

Tabla de cocina, ¿sabes cómo limpiarla?. Son un elemento imprescindible en cualquier cocina pero si no se limpian se convierten en auténticos focos de bacterias.

Te contamos algunos trucos para limpiarlas y desinfectarlas con toda seguridad y lo mejor…todo con productos naturales.

Eso si procura que tu tabla sea de madera, el plástico dura mucho menos y por supuesto es mucho menos saludable y ecológico.

Para evitar que tu tabla se estropee rápidamente utiliza aceites naturales y si puedes ten un par de tablas y ve alternando su uso para que no se desgasten.

Ten cuidado con las grietas ya que las bacterias se suelen instalar en ellas y es muy difícil acceder a ellas. Cuando tu tabla tenga muchas grietas lo mejor es reponerla.

Sal gorda para las tablas de cocina

Es el desinfectante más antiguo que existe. Para limpiar la tabla de cortar con ella tienes que verter bastante sal sobre la tabla limpia, sin restos de comida y frotar con un estropajo. La dejas media hora que actúe y a continuación lava la tabla con agua caliente y jabón. No la guardes hasta que no esté completamente seca.

Bicarbonato

Bicarbonato en un bote

También es ideal  para limpiar y desinfectar las tablas de cortar y su uso es prácticamente igual que el de la sal gorda.

Debes echar bastante cantidad y dejarlo actuar durante media hora, después vierte un poco de zumo de limón y por último friégala con agua caliente y jabón.

Vinagre blanco y limón para desinfectar

El vinagre es todo un clásico en la limpieza del hogar. En el caso de las tablas puedes utilizarlo de dos maneras.

Para una limpieza profunda echa vinagre blanco sobre la tabla y déjalo reposar unos quince minutos, después acláralo con agua y seca la tabla.

La otra forma es limpiar  la tabla con agua caliente y jabón, añadiendo  un poco de vinagre a la mezcla.

Una manera muy eficaz y además rápida de desinfectar tu tabla es frotar una rodaja de limón por la superficie. Espera media hora antes de aclararlo para asegurarte de que hace efecto.

Otra forma es usar el zumo de un limón para rociar la tabla, dejarlo un cuarto de hora que repose y lavar la tabla con agua caliente y jabón.

 

 

 

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