Saray Esteso viene con una curiosa noticia sobre las nuevas fantasías sexuales, todas ellas originadas a causa de la pandemia y el confinamiento.
Meses y meses encerrados, sumado a los aplausos sanitarios, nos han ayudado a formar grandes amistades con los vecinos. Unas conversaciones entre balcones que a algunos les ha llevado a fantasear.
Después de la cuarentena, llegaban las horas limitadas para hacer deporte. A raíz de ello, muchos también tienen ilusiones con los «runners» gracias a sus mallas ajustadas y ropa deportiva. Y no olvidemos a los repartidores de comida a domicilio, que han resultado imprescindibles en estos tiempos.
Finalmente, este estudio de Sex Place habla de la «erótica de la mascarilla», algo de lo que ya hablábamos y que inevitablemente embellece a las personas.
Nuestras oyentes no han esperado para dar su opinión al respecto. Olaya admite que las mascarillas han ayudado a «potenciar la belleza de los ojos». Por su parte, Elena respalda el de los repartidores con una anécdota reciente con un joven pizzero: «Pensé en que pasara a cenar conmigo… ¡Íbamos directamente al postre!», dejaba caer.
Por contra, a otra atrevida no le han convencido ninguna de las fantasías sexuales mencionadas. Ni sus vecinos poco agraciados ni los deportistas con un «cuerpo escombro» que se les queda por culpa de las mallas.
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