Las lágrimas de Malú al hablar de la familia en la música

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Este jueves Malú presentó su nuevo disco, Mil batallas. La artista llevó a cabo una reunión con los medios y algunos fans para cantar en directo y por primera vez algunos de los temas que lo componen. Secreto a voces, Mil batallas, Se busca o una hasta entonces inédita, como es Qué tarde, fueron algunas de las canciones que la artista interpretó ante los presentes.

Una tarde que estuvo marcada por la emoción y en la que la sorpresa no fue solo para los invitados, que descubrían el disco por primera vez, sino también para la propia artista. Su compañía Sony Music le hacía entrega de un reconocimiento por los 2 millones de discos vendidos a lo largo de toda su trayectoria musical. 

Emocionada, Malú agradecía no solo el gesto sino la entrega de su equipo en cada uno de sus proyectos y compartía entre lágrimas unas bonitas palabras sobre lo importante que es la palabra familia en la música. Aquí puedes ver el momento: 

«Para mí es súper importante tener un equipo, y que sea mío, para trabajar. Lo habéis notado, siempre con mis mismos músicos, siempre con mi mismo equipo, siempre conmigo viene la misma gente porque somos una familia y no somos solamente una familia cuando nos subimos, tenemos que ser una familia también cuando estamos detrás y estamos preparando un disco».

Las ‘mil batallas’ de Malú

Por fin podemos disfrutar al completo del nuevo trabajo de Malú. La artista lleva tres años trabajando en él, tiempo en el que ha librado numerosas batallas. Primero un accidente en los ensayos le impidió desarrollar la gira de su último disco y después llegó la operación y el reposo que hubo de guardar.

Aunque tal y como ella misma nos reveló en el evento, la batalla más importante, «la que me hacía más daño, la más innecesaria y probablemente la más difícil de librar, la continua y constante batalla que tenía conmigo misma«.

Un disco lleno nacido de las entrañas en el que la artista ha volcado sus emociones, trabajando mano a mano con los productores Rubén García y Pablo Cebrián. El resultado es miel para los oídos. ¡Ya lo estamos disfrutando en bucle!