Debes empezar por no chuparte los labios, es muy normal que de forma casi inconsciente lo hagamos, eso es perjudicial ya que la saliva irrita los labios y consigue el efecto contrario.
Otro gesto habitual que debes intentar evitar es arrancarte los pellejitos que van saliendo, esto sólo empeorará el estado de la piel, es mucho mejor que te apliques un bálsamo que acabe con la sequedad.
Eso si es importante elegir bien el bálsamo que te apliques, no debe contener mentol, glicerina, alcanfor ni fenol. Además evita que tenga alérgenos. Aplícatelo durante el día y sobre todo antes de irte a dormir, puede irte bien aplicarte una mezcla a base de aceites o vaselina, ya que retendrás la humedad en la zona.
La hidratación es un factor esencial para prevenir que se agrieten, así que ya sabes aplícate con frecuencia un bálsamo protector. Además, la falta de hidratación se acentúa durante esta época del año debido al frío y a los cambios bruscos de temperatura por lo que es fundamental aplicar todas las medidas preventivas de cuidado cuanto antes.
Cuando vayas a elegir el bálsamo labial recuerda que tiene que hidratar, proteger y reparar. Las mantecas pueden ser de cacao o karité, que dan untuosidad y suelen llevar elementos hidratantes como miel, ácido hialurónico, jalea real, fitoesteroles, que además reparan.
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