La boca nos permite comer, hablar, reír, besar, además de ser una parte importante de la expresión facial. Por eso, si quieres tener unos labios de anuncio, debes cuidarla. Los labios son especialmente delicados ya que la piel que los cubre es muy fina y no tiene glándulas sebáceas ni sudoríparas, se trata más bien de una membrana mucosa permeable. Al estar más expuestos es fácil que se sequen, agrieten y formen grietas y antiestéticas pielecillas.
Además no tienen apenas melanina (el pigmento que da color a la piel y que la protege de las radiaciones ultravioleta) y por eso es más fácil que se quemen con el sol.
Y por si fuera poco los movimientos musculares a los que les sometemos favorecen la aparición de arrugas y la pérdida de firmeza. Pero como contrapartida a todo esto tienen una importante red vascular, que hacen que tengan ese color rosado y cuentan con una buena renovación celular y por eso los tratamientos anti edad actúan en ellos rápidamente.
Puedes lucir unos bonitos labios con solo cuatro pasos, limpieza, hidratación, exfoliación y protección.
Lo primero es eliminar cualquier resto de maquillaje o suciedad con un desmaquillador facial o específico para ojos y labios. El siguiente paso es exfoliar para acabar con las pielecitas y células muertas. Una vez cada diez días como mucho. Puedes hacerlo frotando muy suavemente con un cepillo de dientes muy suave humedecido.
Para hidratarlos, aunque tu barra de labios sea muy hidratante, es conveniente aplicar una crema específica para ello ya que retienen la hidratación, difuminan las arruguitas y aceleran la regeneración celular.
Si prefieres decantarte por cosmética natural, existen muchas fórmulas, cómo la jalea real, aceite de ricino o el propóleo, a base de principios de origen natural, que no tienen parabenos, ni derivados de la industria petroquímica.
Por último, no debes olvidarte de aplicarte protección en los labios, para ello asegúrate de que los productos que usas incluyan protección solar.
Y por supuesto algo de gimnasia facial tan simple cómo silbar o fruncir los labiso formando una o y a continuación mostrar una sonrisa amplia también en O, te ayudará a mantenerlos firmes y sin arrugas.
Si quieres mantener tus dientes blancos no recurras a blanqueantes abrasivos, utiliza dentífricos libres de flúor, conservantes químicos y por supuesto colorantes. Un remedio para blanquear los dientes es cepillarlos con una infusión concentrada de salvia y por supuesto no abusar del azúcar.
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