Contienen vitaminas A,C, E y K. Estas sustancias la portan frutas como verduras de hoja verde, pero además se puede encontrar en col rizada y en espinacas.
El consumo de este alimento proporciona minerales esenciales, además de incluirse como parte de una dieta saludable. Uno de los beneficios que más se busca es que son bajas en calorías por lo que ayuda a mantener un peso saludable.
Nuestra verdura a analizar en este artículo es la calabaza.
Contiene alto contenido de vitamina B y es perfecta para tratar la hipertensión. La época perfecta para su disfrute es el otoño. La calabaza se caracteriza por su sabor dulce, por lo que es muy recurrente para los postres.
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El principal aporte nutricional son los pigmentos vegetales naturales, que son antioxidantes y que se metabolizan como vitaminas. «Los betacarotenos se convierten en vitamina A, y la intensidad de este color indica la importante cantidad de vitamina A que se puede obtener de un alimento» explica María Carmen Japaz, dietista y nutricionista.
Este tipo de alimentación es sin grasas y rica en fibra, por lo que ayuda a controlar los niveles de colesterol. Además, la ingesta de carotenos está relacionada a sufrir con menor riesgo accidentes cardiovasculares.
De la calabaza se pueden aprovechar hasta las semillas. Las piparas cuentan con muchas propiedades saludables al ser ricas en ácidos grasos insaturados, aminoácidos y proteínas. Incluso su cáscara puede aportar beneficios a la salud, pues al hervirla se puede obtener los últimos jugos para un caldo, cargado de los nutrientes que contiene el interior de la calabaza.