Una antigua historia decía que si un gato tenía la cola erizada para arriba y se movía era que corrías peligro ya que en cualquier momento podría abalanzarse agresivamente contra ti. La historia que precede con los perros es que estos se supone que están contentos.
¿Qué opinas sobre esto? Si tienes un amigo canino puede que sepas la respuesta. Esta no se queda mucho más lejos que el mito con los gatos. Te habrás dado cuenta que, cuando lada o gruñe, su cola se está moviendo. Esto hace que sea contradictorio a lo que hasta ahora se ha creído.
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Este movimiento es una forma de mostrar su enfado y advertir al dueño. No necesariamente significa que está enfadado con su dueño ya que hay otros factores que pueden provocarle el mismo efecto.
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