Acostumbrado a no recibir «peros» por parte de los oyentes, esta vez va a tener que lidiar con un problema de ecos que ha dado más de un dolor de cabeza a esta pobre mujer que siempre se queda a medias en las conversaciones.
«Hay un pelín… Pero está bien que haya eco», aseguraba el humorista para tratar de ponerle fin al problema y tener convencida a la atrevida. Lo que estaba claro es que se escuchaba lo mismo demasiadas veces y las quejas de la señora son más que lógicas.
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