Esta es una pregunta a la que el empresario y especialista en café, James Hoffman, acaba de publicar un video en su canal de You Tube en el que afirma que añadir un poco de sal al café potencia su sabor.
El empresario da sus razones para hacerlo y es que el salado es considerado como uno de los cinco sabores básicos que se detectan en las papilas gustativas, junto con el dulce, el amargo, el ácido o agrio y el umami.
Cómo la lengua tiene muchos receptores gustativos los sabores interactúan creando efectos sinérgicos «la salinidad puede amplificar la dulzura y también puede mitigar o reducir el amargor», indica.
« Algo de sabor amargo es muy agradable cuando está equilibrado correctamente con dulzura y algo de acidez«, explica James Hoffman en el vídeo. La sal puede impactar en diferentes tipos de sabores amargos y «Podría hacer que la bebida sea más apetecible, aunque la cambiará».
En el video se toma un café sin sal y afirma que «no es muy bueno», al echarle 0,1 gramos de sal diluidos en 200 mililitros de café lo nota mejor aunque demasiado salado para su gusto.
Luego prueba a dosificar la sal en una taza de café instantáneo para comprobar qué cantidad se necesita para que adquiera un buen sabor. Así, introduce cerca de 0,6 gramos diluidos de sal que acaban reduciendo su percepción de amargor. «El sabor es el mismo», detalla, pero la sal mejora la amargura.
Según James Hoffman, añadir un poco de sal a un café más económico o de menos calidad puede hacer que sea menos amargo y más agradable, mientras que en un café de más calidad puede que no resulte tan necesario.
En cualquier caso asegura que «puede ser un cambio sorprendente e interesante” e invita a la gente a probar.