Ana Obregón

La nueva lucha de Ana Obregón, esta vez con su padre

"No sé hasta qué punto el ser humano puede aguantar tanto dolor"

Noelia Bertol

El 2020 no fue un gran año para Ana Obregón, pues falleció su hijo Aless a los 27 años de edad a causa de un cáncer contra el que llevaba varios años luchando.

Justo un año después, el pasado mayo, la actriz perdía a su madre, que fallecía a los 95 años de edad. Por si fuera poco, en ese tiempo también murió Luna, la perrita de su hijo que les acompañó durante años.

La nueva lucha de Ana Obregón

 

Ana Obregón lleva años de lucha constante, batallas que han ido acompañadas por duelos y que no cesan ni le dan algo de tregua. Esta vez la televisiva se encuentra librando una nueva batalla familiar que tiene que ver con la salud de su padre, Antonio García.

«Papá, estás luchando positivamente en ese hospital como ‘el campeón’ que has sido toda la vida. Un campeón de 95 años«, expresaba esta a través de sus redes sociales, un lugar que esta ha encontrado para el desahogo y para sentir cerca el apoyo y el cariño de la gente.

«Yo soy muy egoísta y necesito estar más tiempo contigo porque no sé hasta qué punto el ser humano puede aguantar tanto dolor si te fueras ahora«, agregaba esta. Son muchos los seres queridos que Ana Obregón ha perdido en los últimos meses. Y no cualquier ser querido, quizá los más dolorosos: una madre y un hijo.

La actriz no puede imaginar pasar de nuevo por algo así y le pide a su padre con fuerza que resista. «Entiendo que quieras reunirte con mamá pero, por favor, quiero volver a sonreír contigo… un poco más«, añadía.

Tiempos de silencio

 

Este es el motivo por el que Ana Obregón ha estado más ausente de las redes sociales últimamente, y así se lo confirmaba a sus seguidores, «ahora entenderéis mi silencio«. No nos podemos imaginar el dolor que alberga la actriz y solo podemos mandarle todo nuestro apoyo, a ella y a toda su familia, en esta dura etapa que están viviendo.

«Hay veces que no existen palabras«, cierra esta el texto de la publicación. Qué gran verdad.

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