Tanto tiempo frente a las pantallas, sumado al tiempo encerrados, genera falta de sueño, inquietud motriz, mayor número de rabietas e incluso falta de apetito. Precisamente por eso, nuestra especialista nos acerca las preguntas que nos debemos hacer para atajar este problema:
¿Mi hijo duerme lo suficiente?
¿Come equilibradamente?¿Hace ejercicio todos los días?
¿Pasa un buen rato en familia?
¿Mantiene contacto con amigos?
Si en la mayoría de las cuestiones, la respuesta es un «sí«, puedes estar tranquilo/a. Aún así, Rocío Ramos-Paul establece una serie de pautas útiles tanto si sufre tu hijo de fatiga digital o no.