Que Josh Cavallo, el futbolista australiano, haya decidido dar un paso adelante y hacer pública su condición sexual, ha marcado un punto de inflexión en un mundo tan hermético como el del fútbol.
Tal ha sido el apoyo recibido por Cavallo de parte de algunos nombres consagrados en el campo como Griezmann o Piqué, que un futbolista español ha considerado que era el momento de desvelar que es bisexual y que actualmente su pareja es un hombre.
Eso sí, lo ha hecho de forma anónima a través de una carta remitida a nuestros compañeros de deportes de la Cadena SER Murcia.
Radio Murcia Cadena SER publicó la carta a petición del jugador que sigue en activo. En ella hace una reflexión acerca de la homosexualidad en el mundo del fútbol
«Antes de nada, me gustaría mostrar mi máximo agradecimiento hacia Joshua Cavallo por compartir sus sentimientos con todos nosotros. Y ahora decir, como él, que sí, que se puede jugar al fútbol siendo gay, bisexual, como yo mismo me considero, o cualquier otra cosa.
El debate conmigo mismo sobre si debería o no autodefinirme de cara, ya no a la gente que me quiere – paso a veces difícil, pero superado hace tiempo ya – sino hacia el resto del mundo siempre ha sido grande.
Y hoy tomo la decisión de seguir con el mensaje que lanzó hace unos días este jugador. Desde hace demasiado poco tiempo, tomé el camino de ser yo, ser yo con mi familia, ser yo con mis amigos, ser yo con mis compañeros del fútbol… En definitiva, ser yo con todo el mundo que me rodeaba, fuera más o menos cercano, sin tratar de ocultar nada de mí. Al menos por ahora, no quiero decir quién soy y poner una cara al movimiento, ya que, en mi caso, creo que lo importante es más el mensaje en sí que el nombre que figure en esta carta. Además, valoro mucho poder seguir siendo ese yo, con mi lado personal, separado de mi trabajo, y el cual tengo todo el derecho de proteger. Aún así, considero que es importante dar el paso de contar mi vida más personal, de que se vea que uno puede dedicarse a esto, más o menos profesionalmente, independientemente de quién y cómo se sea. Desde fuera, pudiera parecer que esto es un hecho, que no debería hacer falta ni decirlo. Pero desgraciadamente, aún no es del todo así.
Y es que yo hace más de tres años que pude empezar una vida con mi novio y, quizás de manera instintiva esta no pudo ser totalmente «normal» desde un principio, como cualquier pareja, que ni siquiera necesita plantearse este hecho. Nos costó, claro que sí, porque, por mi parte, es mucho tiempo escuchando comentarios, escuchando que es mejor llevar ciertos temas en la intimidad, comentarios de todo tipo sobre los que quizás sea mejor no volver… Y yo he tenido la suerte de tener a mi lado a una persona maravillosa que me ha acompañado en todo este proceso, que me ha entendido, aunque en muchos momentos sufriéramos, tanto juntos como por separado, por lo que yo trataba de hacer de cara a mis compañeros, por tratar de ocultarme de cara a «gente de fútbol», para la que mi propio novio no podía pasar de ser más que un amigo.
Hace demasiado poco tiempo, insisto, que por nuestra parte acabamos con eso, pero que esto que contaba ocurriera es un hecho. Que esto nos doliera como pareja es un hecho. Que esto por separado, a cada uno de nosotros, nos doliera, es un hecho. Y a mí personalmente, que haya tenido que hacer todo lo posible por esconderme hasta que pude encontrar a «mi persona», a la persona a la que quiero y que me ha acompañado en este camino, es totalmente, un hecho.
Como decía, el debate ha sido grande sobre si significarme en este sentido sería positivo, si las consecuencias positivas podrían superar a las negativas, por las que he temido y que siempre han llevado a ese debate interno hacia no dar este paso – y que quizás siga más igualado de lo que me gustaría. Hoy puedo decir que estos temores existen, pero que las principales razones de no dar mi nombre son las dos comentadas antes.
Ahora, ha surgido una situación que ha inclinado ligeramente la balanza hacia escribir este mensaje y compartir una parte importante de mi vida. Y es que si incluso yo, que tiempo después de dejar de ocultarme con respecto a nadie, he sentido una cierta liberación viendo la cantidad de compañeros que han apoyado que Joshua Cavallo mostrara sus sentimientos, he visto que esto realmente es importante. Y la balanza se ha inclinado porque creo que esto puede hacer que personas como yo que se han sentido ocultadas, que han escuchado comentarios y se han tenido que callar, que no han tenido claro, incluso, si podían decirle a esa persona que les enamoraba sus sentimientos, por «lo que pudiera pasar», así como mil sentimientos más que estoy seguro que muchos hemos sentido, vean que no. Que esto no es así y que tienen a mucha gente a su lado, con la que, aunque no conozcan a priori, podrán contar, sin ninguna duda.
A todas estas personas, me gustaría decirles que tras ser yo, he sido y soy muy feliz. Ha sido difícil en ciertos momentos, pero, pese a puntuales hechos aislados, el apoyo de todo «el mundo del fútbol» que ha conocido este aspecto de mí ha sido la norma. Dar el paso de decírselo a un compañero, al principio, costaba, pero cada vez menos. Y la liberación tras hacerlo es grande.
Por todo esto, no puedo dejar de dar las gracias a los compañeros que, como no podría ser de otra forma, me han apoyado, de los cuales he sentido su cariño y su comprensión porque sabían que la situación no era muy normal pero que debía serlo.
Para terminar, espero que, como decía, esto pueda ayudar a que las cosas sean como deben ser, que cualquiera pueda ser como sea que quiera ser, sin temer a las consecuencias que pudiera tener amar distinto, sentir atracciones distintas o ser alguien que se sale de la norma, pero cuya forma de ser le hace sentir en paz consigo mismo.»
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