Jonathan solo pretendía dar los buenos días y conocer el estado de la nieve en las casas de los atrevidos, aunque no va a tenerlo nada fácil con una chica que deja claro, primero colgando y luego contestando, que no quiere saber nada de la llamada.
«Que no me interesa, no me llames más», pedía con un notable mosqueo y una amenaza de llevarle a la Guardia Civil como siguiera llamando. Todo esto cuando el humorista llevaba tres y hasta cuatro intentos por contactar con ella.