Se trata de un condimento que algunos suelen añadir a guisos e infusiones para darle un toque distinto.
Su sabor es picante y fuerte y quizás por eso no te guste demasiado, pero seguro que después de conocer sus propiedades cambias de opinión.
Tomar a diario infusión de jengibre o añadirlo en tus comidas evita el reflujo, la sensación de ardor y las malas digestiones, sobre todo si eres propenso a tener problemas digestivos.
Tomar jengibre favorece la creación de ácidos gástricos, que facilitan la descomposición de los alimentos, la absorción de lo que nos beneficia y la expulsión de toxinas.
Contiene gingerol, una sustancia que ayuda a desinflamar las articulaciones y reduce los dolores crónicos y mejorando así la movilidad.
Es muy eficaz para aliviar los síntomas de los resfriados y dolores de garganta si lo preparas en infusión, hirviendo varias rodajas y añadiéndole limón y miel. Mejorará la tos, la congestión nasal y el dolor de garganta.
Hierve en agua varias rodajas de jengibre y agrega un poco de miel. También puedes añadir limón. Una vez infusionado, tómalo y verás cómo se reduce la tos y mejora la congestión nasal y el dolor de garganta.
Además de una buena dieta y ejercicio, suplementos extra como por el jengibre pueden ayudarte en la pérdida de peso ya que ayuda a acelerar el metabolismo y tiene efecto saciante.
¿Te animas ahora a incorporar el jengibre en tu dieta?
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