Nuestro compañero tiene ahora la tarea de revisar, cliente por cliente, el teléfono fijo con sus ya habituales indicaciones del «1,2,3,4» y los golpes al micrófono; no sin antes interesarse por el uso que le dan por si pudiera quedarse desgastado.
Y entre comprobación y comprobación, Isidro menciona el tema de los grillos, consiguiendo que la atrevida terminase de alucinar: «Se meten en nuestros cajetines y ahí hacen sus nidos», le explicaba el humorista mientras la mujer ya no sabía qué creer.
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