Isidro Montalvo y la centralita infinita en la broma de hoy
Isidro comienza la llamada de manera muy directa: «Control del teléfono fijo, ¿qué ocurre?», pregunta. «No, si nosotros no hemos llamado», responde confundida la mujer.
«A ver, estamos recibiendo llamadas avisando de que ustedes tienen problemas…», insiste el supuesto controlador de línea. La mujer, atónita, responde de nuevo: «… yo no he hablado con nadie…», antes de colgar la llamada.
Isidro, que nunca dejar de intentarlo, vuelve a marcar el mismo número. «Control del teléfono fijo , ¿qué esta pasando que están ustedes enfadados con nosotros…?», asegura. «¡Pero si no hemos llamado!», le responde de nuevo la mujer. «A ver un momentito, le paso al equipo técnico», explica Montalvo mientras se oye una locución de espera.
«A ver páseme con su marido», le dice Isidro… «¿A dónde se ha ido?». La mujer, que ya no sabe por donde le vienen las preguntas, le responde: «… al taller». Isidro aprovecha que la interlocutora está bajando la guardia: «… pues le paso con el taller, un momentito», le dice mientras se oye una locución de espera.
Isidro Montalvo y la centralita infinita
A partir de este momento, la mujer va pasando de departamento en departamento. «¿Qué le pasa a su marido con el coche?», pregunta de nuevo Isidro desde otro departamento. Da igual lo que responda la mujer que Montalvo insistirá: «… le paso con el departamento de chapa y pintura»
La mujer, algo mosqueado, repite: «… ¿pero esto qué es?». «Departamento de pintura, ¿dígame qué pasa con el coche?» Pese a que esta extrañada, la mujer se explica: «Pues que fuimos con el coche al hospital… pero bueno, ¿a que viene todo esto?»
Una suerte de departamentos y centralitas van atendiendo a la mujer con el coche, el seguro, las vacaciones, etc… Hasta que Isidro decide finalizar la llamada de una forma muy particular: «… pues nada, la tenemos que dejar que tenemos mucho trabajo»
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