Isidro Montalvo comienza leyendo estos preciosos versos que habla de la mascarilla como algo «deseado, la más buscada y a todos nos cautivas». Un relato que resalta cómo hemos pasado de despreciar este accesorio protector a necesitarlo como agua de mayo.
«En estos días de pánico te crees la reina. Anda con cuidado por quienes buscan traficar contigo», lee nuestro compañero en estos versos que comienzan a subir de nivel conforme va avanzando. Así hasta un remate final con todo el sentido del mundo: «A pesar del tormento, me proteges y me salvas la vida».
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