A nuestro compañero le ha llegado que un oyente ha intentado «colar» la factura del dentista en la Declaración de la Renta y ahora su objetivo es encontrarle y llamarle la atención. El problema es que ha cambiado el orden y, en vez de localizarle primero, ya viene con malos humos al que le coge la llamada.
Primero un señor que aseguraba llevar dentadura desde hace 20 años, luego otra pobre mujer que se hartó de que le llamaran Lorenza y para rematarlo una atrevida que se lo pudo decir más alto pero no más claro: «¡Que me deje en paz!».
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