Después de varios intentos por entender al humorista, este atrevido ya no sabe ni qué trama: «No acabo de comprenderle», lamentaba el atrevido en la llamada.
Ni en el modelo, ni en la edad del niño ni tan siquiera en el modelo de carrito; tratar de salir ileso de un dakitú es tarea imposible. Por esa razón, el vendedor va a intentar darle la situación vacilando también a Isidro Montalvo con pagarle en negro.
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