Isidro Montalvo carga su teléfono con las mejores bromas de la radio. Pero hoy, la broma le sale por la culata, con pillada incluida… ¡Vaya tela!
Montalvo inicia la llamada presentándose. «Buenos días, control del teléfono fijo, ¿qué le pasa?«. Una mujer al otro lado responde desafiante «¿De que?». «Del teléfono», le insiste Isidro. «¿… a mi?», responde la mujer confundida. «Es que llevan toda la mañana llamando, con el teléfono y tal…», comenta nuestro bromista
«Usted, ¿dónde está llamando? Yo soy un particular…», le dice la mujer como queriendo quitarse la llamada de encima. «Por eso le estoy diciendo: si le funciona o no le funciona», concreta Montalvo. «Yo no he llamado a nadie y no espero ninguna llamada…», vuelve a repetir la mujer.
En este punto, Isidro inicia la ronda de desvíos de llamadas con centralita incluída: «… un momento que le paso», le dice antes de escuchar una locución. «Técnica, buenos dias», repite cambiando ligeramente la voz. «Le ha hablado el operario 235, ¿qué es lo que le ocurre?», le consulta a la mujer.
«No tengo ningún problema en el teléfono y yo no he llamado a ningún sitio», repite la interlocutora ya mosqueada con la llamada… «Espere que le paso con el departamento de gestiones», se atreve Montalvo a insinuar, aunque la mujer cuelga repentinamente ya cansada.
Pero Montalvo no se da por perdido y remarca al mismo número sin esperar lo que viene a continuación. «¿Si?», descuelga la voz de un hombre. «Se ha cortado. Ha habido un problema con el teléfono…», repite nuestro bromista. De repente, se hace el silencio y escuchamos al hombre tras el teléfono: «… ¡Viva Cadena Dial!». ¡La pillada ha sido apoteósica!
Montalvo consulta: «… ¿es tu madre la que se ha puesto?». «Si, la que no escucha Cadena Dial», comenta nuestro atrevido oyente. «Dile a Mari que se ponga un momento», dice Isidro. «Vamos a ver… ¿Tú quien eres», interroga la mujer… «Soy Isidro Montalvo, del programa Atrévete, de Cadena Dial. Le voy a cantar una canción», se presenta Isidro.
«Pues menos cachondeo y dar aquí más cosas: un balneario o algo… que hace falta», aprovecha la mujer. Isidro finaliza la llamada marcándose unas sevillanas por las mascarillas «Vete… póntela cuando veas a tu vecina y pontelaaaa».
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