Isidro Montalvo deja claro que lleva noches pasándolo mal por culpa de los «sueños de hambre« aunque su situación puede cambiar con poesías que hablen de comida; la primera toma con el cocido.
«Con medio kilo de vaca y diez céntimos de hueso, un cuarentón de tocino y un buen chorizo extremeño», expresa el humorista al inicio de su relato, no sin antes aclarar que es un plato nacional aunque históricamente se le ha vinculado a la Comunidad de Madrid.
Un plato completo que sana, alimenta y te hace disfrutar a partes iguales. En este recital poético notamos hasta un lado nostálgico del autor, sobre todo al final explicando cómo recordaba las comidas familiares con «pan blanco recién hecho y mantel limpio los domingos».
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Si Isidro tiene intención de seguir con estas poesías para combatir sus sueños, más nos vale venir al programa bien desayunados… Porque ya hoy algún que otro miembro del equipo ha acabado la sección salivando.
