Haciendo una revisión completa de todas las líneas y del servicio de la atrevida María, nuestro compañero celebra que todo funcione perfectamente salvo un par de «acoples«.
¿Y cómo lo festejamos? Pues como siempre hacemos, escuchando a Isidro y cualquiera de sus versiones personalizadas… Aunque a la pobre mujer no le hace demasiada gracia: «Que no me puedo entretener«, aseguraba.