Isidro Montalvo se ha vuelto un maestro de los negocios y va a engañar a un atrevido, haciéndole creer que es un hombre de enorme peso en Extremadura:
Sus amenazas vienen provocadas por un problema en las facturas. Hay tres que faltan y él las necesita cuanto antes para el pleno funcionamiento de la empresa. Sin embargo, sus demandas no pueden ser atendidas por el pobre oyente, quien insiste en que hable con su superior.
«Yo no me estoy confundiendo, aquí el que tiene el poder soy yo en toda la zona de Extremadura», le hacía saber a Fernando, añadiendo que se ponía «de los nervios« cada vez que sufría errores de este tipo.
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Suerte que la tensión se ha suavizado y han sacado el tema de las viagras. Ahí el atrevido ha alardeado de salud y ha celebrado no necesitarlo… Por el momento: «Mañana ya no sabemos», bromeaba.
