Con este truco sólo necesitarás dos ingredientes que seguro tienes en casa, vinagre blanco y bicarbonato y menos de quince minutos. Un par de minutos en hacer la mezcla, cinco en aplicarla y otros cinco en pasar la bayeta. En doce minutos horno cómo nuevo.
Para fabricar tu propio limpiador necesitarás
Una vez tengas los utensilios e ingredientes necesarios, ponte manos a la obra, lo primero poner el vinagre en el pulverizador. A continuación echa las dos cucharadas de bicarbonato y mezcla con cuidado ya que al juntar estos dos ingredientes se producen burbujas, déjalas salir antes de cerrar el pulverizador, podría ser peligroso.
Luego pulveriza la mezcla por las paredes del horno y déjala actuar diez minutos con el horno encendido a 120 grados. Después apaga el horno y déjalo que se enfríe y por último pasa la bayeta húmeda por las paredes del horno, arrastrarás toda la suciedad que se habrá reblandecido, con lo cual será mucho más fácil sacarla.
Otra opción eso si, si el horno no está muy sucio, es aplicar estos dos productos por separado y mezclarlo con agua. Es decir, aplicar vinagre mezclado con agua o agua con bicarbonato, la manera de aplicarlo es igual, en ambos casos se rocían las paredes, se deja actuar con el horno encendido y se retira con una bayeta. Y si no tienes vinagre, puedes usar limón que además es desinfectante.
El limón, además de ser muy eficaz contra la grasa, elimina los olores. Para limpiar la bandeja de tu horno añade agua con zumo de limón y su cáscara, enciéndelo y déjalo durante media hora.
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