Se trata de ir haciendo pequeños cambios en tu día a día y precisamente uno de los mejores ámbitos dónde podemos empezar es en la comida. Todos compramos y cocinamos todos los días, ¿sabes cómo hacer que tu compra sea más sostenible?
Te lo contamos
Con los alimentos de proximidad reduces la huella de carbono, que tiene que ver con el trasporte y las emisiones de gases de efecto invernadero muy vinculados al calentamiento global y al cambio climático.
Es decir, siempre será más sostenible comprar unos espárragos de Navarra o unos aguacates de La Axarquía, en Málaga, que los que han tenido que viajar desde el otro lado del mundo.
Por lo tanto intenta fijarte en las etiquetas y ver de dónde viene lo que compras.
En términos de sostenibilidad lo mejor es comprar productos de temporada, si no lo son y están en el mercado, lo normal es que hayan venido desde muy lejos.
Y viajar aumenta las emisiones de dióxido de carbono (con lo que esto tiene de perjudicial para el planeta). Además de ser, los productos de temporada, mucho más sabrosos y baratos.
Procura comprar alimentos que no vengan excesivamente embalados en plástico y cartón, no es indispensable. Intenta elegir envases reciclables y recíclalos correctamente. Y si puedes comprar los productos sueltos, sin embalar, mejor que mejor.