Son fáciles de hacer, económicas y eficaces. Sólo tienes que elegir la que te vaya bien.
Si tienes el pelo muy seco y con tendencia a encresparse esta es tu mascarilla.
Necesitarás aguacate y aceite de almendras, el primero te aportará hidratación y el aceite te ayudará a reparar la puntas abiertas.
Solo tienes que mezclar una cucharada de aceite de almendras, una yema de huevo y un aguacate maduro hasta que quede una pasta homogénea, aplicarla sobre el cabello, dejarlo quince minutos y lavar.
Otra opción muy hidratante es la de leche y miel.
Añade en una taza de leche media taza de miel, una yema de huevo batida y dos cucharadas de zumo de limón. Mézclalo y déjala actuar sobre el cabello mojado unos veinte minutos. Aclara tu pelo y lávalo con tu champú habitual.
Mezcla un aguacate y un plátano, añade tres cucharadas de miel y dos de aceite de almendras y aplica la mezcla sobre el pelo húmedo, déjala actuar veinte minutos y aclara.
Otra opción muy reparadora es la mascarilla de vinagre y menta. Ayudará a tu pelo a recuperar fuerza.
Necesitas veinte hojas de menta, veinte hojas de rúcula, vinagre de manzana y cuatro cucharadas de zumo de limón.
Pon en un cazo un vaso de agua y otro de vinagre de manzana ponlo a hervir y añada la menta, la rúcula y el limón.
Cuando esté templado pásalo por el colador y cuando se enfríe aplícalo sobre el cabello húmedo, déjalo actuar veinte minutos y acláralo.
Te irán muy bien las mascarillas de yema de huevo, sólo necesitas mezclar dos yemas de huevo, dos cucharadas de aceite de oliva y una taza de agua y aplicar la mezcla durante media hora.
La de tomate y harina de maíz, machaca un tomate que esté muy rojo y blando, añade dos cucharadas de harina de maíz, mézclalo y aplica sobre el cabello húmedo durante media hora.
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