Ya desde su presentación dejó claro que era especial y es que, según ella misma, es «una chica que llama la atención«. Paula aseguraba que la gente se gira para mirarla cuando va por la calle: «No sé si por mi altura, porque soy rubia, por mi cuerpo, por mi culo… ¡lo que sea!«.
No es algo que le moleste, tal y como destacó. Eso sí, le crea problemas con otra gente por lo que ella considera que es envidia. «Me dicen que me lo tengo muy creído pero yo les digo que si me miran porque les gusto será por algo, y si ellas no gustan… hay muchos peces en el mar«, añadía.
Esta lo explicaba asumiendo que nadie quiere dar pasos más serios con ella. «Los hombres me ven como una vagina con patas, solo buscan sexo y yo tengo mucho que ofrecer«, reconocía.
La oportunidad para cambiar esto la tenía Álex, su cita. No obstante, tras las presentaciones iniciales y conocer los detalles básicos de una persona, la charla tardó poco en subir de tono. «Lo que más me excita es que un tío me coja del cuello«, expresaba esta de forma directa, lo cual dejó un poco fuera de lugar a su cita.
Además, reconocía estar enganchada a su «maquinita vibradora«, hasta tal punto que creía que era una adicta al sexo. Uno de los momentos que dejó a Álex descolocado fue cuando esta reconoció su mayor talento en la cama: «Lo que mejor se me da es cantar con el micro, ta me entiendes… el karaoke«.
Finalmente Álex decidió no darle una segunda cita a Paula, pues sentía que no había conectado con ella, algo con lo que estaba de acuerdo esta, que buscaba «algo más cañero, él es muy soso y paradito para mi gusto«.
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