La pasada semana, el jueves 7 de enero, España superaba los dos millones de casos confirmados de coronavirus. Esta devastadora cifra nos convertía en el octavo país del mundo en alcanzar esta cifra. Solo Estados Unidos, la India, Brasil, Rusia, el Reino Unido, Francia, Turquía e Italia superaron antes este número de contagiados.
Siendo consciente del duro varapalo que a las expectativas sociales iban a provocar sus palabras, el epidemiólogo hizo referencia a un estudio publicado en la revista ‘The Lancet’, donde se explica el porqué esta vacunación global que requiere de equipos y de tiempo no llegará a todos a corto plazo.
Las vacunas en las que distintos países están trabajando pueden estar listas en poco tiempo: “Cuando hayan demostrado su eficacia -asegura Simón-, porque la seguridad está prácticamente demostrada a estas altura”.
Será entonces cuando se pueda empezar a vacunar aunque de momento no a todo el mundo: solo a colectivos de riesgo ya que la producción es limitada: “Si hay que vacunar a 7.700 millones de habitantes en planeta no se pueden producir 7.700 millones de vacunas en una semana o dos”, explica.
Añade que “vacunar a toda la población no se podrá hasta que no se haya hecho primero con esos grupos y luego haya cantidad suficiente para vacunar al resto. Esto se espera que se produzca hacia la primavera. No sé si será mayo, que es una predicción prudente del presidente y me parece muy correcto. Si hay mucha suerte quizá sea abril y si hay mala suerte quizá sea junio”
Y esto en los países desarrollados. Los países más pobres vacunarán a su población aún más tarde ya que sus recursos son escasos: «Me duele decirlo pero no podemos ocultar la evidencia”, se lamentaba.