Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor; pero a veces, estos dos últimos conceptos no casan como deberían. Muchas personas creen que el dinero da la felicidad, y en algunos casos ocurre todo lo contrario.
Felipe y su mujer se casaron hace cinco años. En ese momento, ella insistió en hacer la separación de bienes y Felipe accedió. Su familia era humilde pero la de su mujer contaba con bastante patrimonio. Durante estos años no han vivido una vida de lujos, ya que ambos contaban con sueldos normales. De hecho, Felipe era quien más dinero aportaba de los dos. Hace poco, su mujer ha heredado 300.000 euros y una finca debido a la muerte de un familiar. Felipe lo vio como un desahogo que les permitiría vivir mejor pero, contra todo pronóstico, su mujer le ha pedido el divorcio. Él se siente decepcionado y abandonado, y no sabe qué hacer.