La vacuna tiene diferentes ingredientes, pero entre ellos no predomina ningún material magnético que atraiga al metal. Por eso, niegan que exista grafeno entre sus componentes que sea el culpable de que un imán se quede pegado al brazo.
Las diferentes teorías de los negacionistas sobre la vacunación han ido evolucionando. Achacaban al grafeno la culpa de que los materiales de metal se quedasen pegados en el brazo, pero ni las vacunas llevan este componente, ni tiene realmente esta propiedad.
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Exacto, cuando te ponen cualquiera de las vacunas no te están añadiendo metales pesados dentro de tu cuerpo. Ni tampoco te están inyectando materiales magnéticos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han añadido que, “la dosis habitual de una vacuna contra la Covid-19 es de menos de un mililitro, que no es suficiente para atraer imanes a la zona en que recibió la vacuna incluso si tuviera un metal magnético”.
Según ha expresado a Newtral el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, “no aparece referenciado que las vacunas tengan grafeno”, y desde su punto de vista ve muy complicado que puedan tenerlo ya que no es una sustancia soluble.
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