Normalmente además de una cuestión estética, la retención de líquidos en rodillas te puede ocasionar dolor.
En este sentido la Doctora Mar Mira explica en Elle que “La piel de las rodillas es más fina que la del resto del cuerpo. Tiene muy poca densidad de colágeno y por ende, tiende a la flacidez y en algunos casos, puede acumular grasa. Dos factores que, incluso con dieta y ejercicio, son difíciles de eliminar”.
Si tienes las rodillas hinchadas o con mucha pesadez, te duelen, notas pequeños bultitos al tacto y/o a la vista y has notado que están rígidas e incluso que te cuesta estirarlas y flexionarlas con normalidad, sin duda tienes retención de líquidos.
Si el dolor es muy intenso y tienes muchas molestias, lo primero es consultar con un profesional. Pero hay pequeñas cosas que puedes ira haciendo en tu día a día y que sin duda te van a ayudar.
Por ejemplo el ejercicio regular de bajo impacto hará que se alivie la presión en las articulaciones y que estas se desgasten. Es muy importante también mantener un peso saludable ya que el sobrepeso cargará más la zona.
En caso de mucha inflamación aplica frío y pon los pies en alto varias veces al día.
Incluye en tu dieta alimentos con propiedades diuréticas cómo piña, alcachofas, acelgas, apio y por supuesto infusiones que ayuden a eliminar líquidos (cola de caballo y manzanilla) y agua .
Un buen masaje drenante también puede ayudarte a movilizar el sistema linfático de la zona.
Sobre todo y lo más importante es el autoconocimiento, la constancia y los buenos hábitos. Los factores hormonales, genéticos, el sedentarismo, los malos hábitos y la mala alimentación están en la base de la acumulación de líquidos.
MÁS SOBRE: