Eva comenzaba su monólogo dando los buenos días a todo el mundo menos a los que se van de vacaciones mientras tu estás trabajando. «Hombre, por favor, venga a poner en Instagram fotitos de pies en la playa… «aquí, sufriendo»… «aquí, pasando fatigas»… A ver, que yo no les deseo nada malo a toda esa gente que está de vacaciones pero ojalá se queden sin mesas!», decía nuestra atrevida.
Y sobre las vacaciones, un clásico, los recuerdos o souvenirs… «Esos son los mismos que luego te traen un regalo, que más que un regalo parece un venganza… ¿Pero quién diseña los souvenirs? ¿Maléfica?», mencionaba.
Y otro clásico: las camisetas… «Esa camiseta de… «estuve en Almuñécar y me acordé de ti»… Que dices, si me vas a traer esto, prefiero que me olvides. Que si no te la pones se enfada. Pero es que si te la pones, te quedas sin amigos!», comentaba Eva.
Esas camisetas que las carga el diablo… «Que encima tiene que disimular y hacer cómo que te gustan. Cómo cuándo ves a un bebé que es muy bonico y dices, «cuchi, ¡qué gracioso!» Pues lo mismo, la única diferencia es que al bebé no lo puedes pegar en la nevera», bromeaba.
Por cierto, ¿sabías que algunos mamíferos se orientan por los campos magnéticos de la tierra? «Pues mi hermana tiene tantos imanes en la nevera que ya ha tenido que ir Greenpeace dos veces a salvar a una ballena… Y eso que en Jaén no hay playa», comentaba.
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