Desde China, aseguran que son test «mucho más efectivos» que los que se realizan por las fosas nasales, y aunque el ciudadano más «machote» se niegue a hacerlos, alguno habrá que le ocurra como al amigo de Eva: «Ahora está pidiendo una segunda opinión».
Y si las pruebas asiáticas no agradan del todo, mejor no hablemos si proceden de África o de Galicia, donde seguramente se parezcan a los pimientos de padrón, que «unos duelen y otros no».
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