Eva y Que lleva días reflexionando sobre el invento de un estadounidense que ha aprovechado los restos del esqueleto de su tío para fabricar una guitarra eléctrica. ¿A quién se le ocurre…?
Este «heavy» quiso homenajear a su familiar al recibir los restos 20 años después de su fallecimiento. Un período de tiempo más que suficiente como para sospechar acerca de la guitarra, la cual tiene más pinta de «descomponer» canciones que de componerlas.
Y da gracias que el tío sea de un tamaño medio, porque como bien dice Eva, si la coge a ella le da para un contrabajo. Todo un manitas este hombre, hasta el punto de temer qué puede hacer en una visita a Atapuerca: «Te monta la sinfónica de Mordor«, bromea Eva.
La noticia da para muchas preguntas como las que lanza al aire nuestra compañera: Si se rompe, ¿hay que llevarla al fisioterapeuta? ¿La guitarra sufre un esguince en vez de desafinarse? ¿Cómo sonará la nota del «do»… de pecho?
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