Al mismo tiempo, los mayores de 80 años recibirán también su vacuna, en este caso de la farmacéutica Pfizer.
Todos ellos recibirán su vacuna, una vez haya concluido el plan de vacunación del personal sanitario y sociosanitario que no está en primera línea de contacto con los pacientes: farmacéuticos, fisioterapeutas, forenses, terapeutas ocupacionales, servicios de ayuda a domicilio, personal de centros de menores y centros de día y trabajadores de Instituciones Penitenciarias.
Los expertos de la Comisión de Salud Pública han aconsejado que estos grupos reciban de forma aleatoria cualquiera de las tres vacunas aprobadas: Pfizer, Moderna y Astrazeneca, esta última para el personal esencial. Los mayores de 80 años recibirán preferentemente la vacuna de Pfizer, menos compleja y más abundante.
Las consejerías de Sanidad preparan lugares espaciosos -polideportivos y grandes centros- como puntos de vacunación.
Los expertos advierten de que la vacuna no evita el contagio y lo peor, que pueden seguir contagiando a los demñás. Mucha gente vacunada sigue siendo contagiosa, la inmunidad obtenida gracias a la vacuna les hará ser asintomáticos y superar el virus sin pasarlo mal, pero eso no evita que puedan contagiar a los demás.
Esto explica el hecho de que la mascarilla y el resto de medidas sigan siendo obligatorias para todos hasta que la situación esté más que controlada.
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